El pasado 1 de diciembre presentamos el informe “Otras economías: la autogestión desde una perspectiva de la Sostenibilidad de la Vida” junto al Espacio de Economía Feminista de Córdoba y con el apoyo de la Fundación Heinrich Böll Cono Sur. Fue un encuentro de cierre de año en el que reflexionamos sobre Economía feminista y autogestión junto a diversas organizaciones.
En el mundo en el que vivimos predominan lógicas de producción, de organización del trabajo y de distribución de las riquezas que son injustas. Están fundadas en un capitalismo neoliberal, colonial y heterocispatriarcal que legitima y sostiene desigualdades que benefician a unos pocos: a un varón, blanco, adulto, burgués, occidental, hetorosexual, cisgénero en torno al cual se ha organizado toda la economía.
Frente a este modelo que prioriza a los mercados y a la acumulación ilimitada de riquezas en pocas manos, se plantean las Otras Economías. Estas se constituyen, en diferente medida y forma, en alternativas reales, y son visibles en organizaciones autogestivas de la Economía Feminista, Popular, Ecológica, Social y Solidaria. Se caracterizan por poseer prácticas basadas en el apoyo mutuo; la solidaridad y sororidad; el sostén colectivo y la cooperación; la valoración no sólo del trabajo productivo sino del trabajo de reproducción social y de la vida, el reconocimiento de su indivisibilidad y de su histórica feminización e invisibilización; la inclusión y el cuidado de la vida de sus integrantes y de la naturaleza, evitando lógicas individualistas, egoístas y competitivas que atentan contra la vida.
Con este norte, a partir del 2020 hemos realizado diferentes actividades junto a organizaciones y espacios que apuestan por una transformación socioeconómica.
El 2020 fue un año de mucho trabajo, junto al Espacio de Economía Feminista de Córdoba, centrado en la producción de conocimiento situado sobre las experiencias autogestivas y de contenido destinado a la visibilización de las mismas. Como resultado, realizamos el informe “Otras economías: la autogestión desde una perspectiva de la Sostenibilidad de la Vida”. También llevamos adelante un ciclo encuentros virtuales sobre Economía Feminista en los que reflexionamos, junto a organizaciones y especialistas, sobre los obstáculos y posibilidades de llevar adelante y fortalecer otras lógicas de producción, distribución, consumo y de organización del trabajo más equitativas y centradas en las personas.
Además, construimos un recursero con herramientas legales, administrativas y tributarias para la autogestión y cuatro cortos audiovisuales. Este año, junto a la Incubadora Feminista Latinoamericana, realizamos un proceso de fortalecimiento interno de 7 organizaciones autogestivas de las Otras Economías de la provincia de Córdoba, con el fin de construir herramientas que les sirvan para avanzar hacia su sostenibilidad económica desde una perspectiva de la Economía Feminista. Esto implica pensar, construir y planificar estrategias para que, con los recursos disponibles, los espacios puedan llevar adelante procesos económicos sostenibles a mediano y largo plazo, considerando y respetando los tiempos de la naturaleza así como los tiempos y necesidades de sus integrantes y de las comunidades en las que se encuentran.
El evento
El pasado 1 de diciembre nos reunimos para hacer la presentación del mencionado informe “Otras economías: la autogestión desde una perspectiva de la sostenibilidad de la vida”. Este informe es producto de un año de investigación realizado en plena pandemia. Su objetivo es comenzar a conocer y visibilizar una pequeña parte del diverso universo de las experiencias autogestivas y comunitarias de Córdoba, desde la mirada crítica que nos brinda la Economía Feminista, en diálogo con la Economía Popular, Economía Ecológica y la Economía Social y Solidaria. Es decir, desde una perspectiva que pretende subvertir la economía y construir otra que garantice la provisión de todo lo que se necesita para la sostenibilidad de la vida humana y no humana, a través de procesos económicos que preserven el planeta y sean respetuosos de la dignidad humana. Este enfoque es el de la Sostenibilidad de la Vida y lo adoptamos porque es multidimensional, holístico ya que integra todas las sostenibilidades: económica, social, ecológica, la humana y las complejas y dinámicas interrelaciones que se dan entre todas ellas a lo largo del tiempo y en territorios y experiencias concretas.
Creemos que esta perspectiva tiene potencia transformadora al permitirnos identificar, por un lado, las relaciones de desigualdad, como las de género, de clase, procesos de racialización, entre otras, que se sostienen a partir de lógicas biocidas y androcéntricas. Pero por el otro lado, también nos ayuda a reconocer otro tipo de experiencias que llevan adelante prácticas distintas a las de la economía dominante y que responden a lógicas propias de las Otras Economías.
Desde este lugar, entendemos que la Economía Feminista se nos plantea como una perspectiva necesaria para pensar, desarrollar y fortalecer alternativas a favor de la sostenibilidad de la vida ya que:
- Abre el debate en torno a cuáles son los límites de lo que entendemos por economía, el papel del género en ella y las consecuentes desigualdades.
- Amplía el concepto de trabajo y reconoce la importancia de los trabajos que hacen a la reproducción social y de la vida, De esta manera visibiliza y pone en el centro de la escena los cuidados que hacen posible la vida, propone su distribución justa, al tiempo que nos concibe como personas interdependientes las unas con las otras.
- Cuestiona los fundamentos de la división sexual del trabajo.
El informe que presentamos, es una síntesis que incluye nuestro posicionamiento y también las líneas de acción en relación a la agenda de Economía Feminista que estamos construyendo. Agenda que la concebimos como estratégica y transversal a todo Fundeps ya que toca y problematiza todos los aspectos de nuestra vida; y a partir de la cual generamos y potenciamos alianzas y redes de trabajo conjunto.
La sostenibilidad de la vida como un camino de transformación
Creemos que este tipo de experiencias autogestivas, pueden brindarnos herramientas y prácticas para resolver de una manera más equitativa las desigualdades que se sostienen a costa de la invisibilización y explotación de los cuerpos y las vidas principalmente de identidades feminizadas y disidencias sexogenéricas, que se profundizan en este contexto de crisis que estamos viviendo: crisis climática, sanitaria, social, económica, civilizatoria y de cuidados.
Su existencia, estrategias y formas de organización, producción y consumo, han cobrado una esencial importancia en las economías locales, y se presentan en mayor o menor medida y de diferentes maneras, como una alternativa real a un sistema fundado en la violencia, la opresión, el empobrecimiento y en las desigualdades de género, de clase, étnico raciales, de edad, etc.
Esto no ocurre sin tensiones o matices ya que existen diferentes posturas y acciones tomadas por estos espacios en relación al Estado y a las lógicas capitalistas predominantes. El universo de la autogestión es sumamente amplio y heterogéneo. Estos espacios, como cualquier otro, no quedan exentos de las lógicas de desigualdad estructural que incluso pueden reproducirse en su interior. Sin embargo, poseen condiciones propicias para llevar adelante diversas prácticas orientadas a la Sostenibilidad de la Vida, al subvertir dichas situaciones de saqueo y desigualdad.
Si queremos una salida democrática y más equitativa, es urgente y necesaria una transformación, un cambio de paradigma y un cambio de sistema que reconozca y fortalezca espacios autogestivos con lógicas de las Otras Economías que emprenden identidades feminizadas y disidencias, para que sus vidas y las de sus comunidades sean dignas y sostenibles. Esto implica una apuesta por propuestas profundamente transformadoras que comprometa a todos los actores sociales.
Para esto, es relevante la articulación de iniciativas locales y regionales que apunten a este fin, y que permitan la generación de datos, relevamiento de información, visibilización, organización, articulación y potenciación de sus actividades. Sabemos que lo que nos sostienen son las redes, entonces las ampliemos, potenciemos y fortalezcamos.
Contacto
Cecilia Bustos Moreschi, cecilia.bustos.moreschi@fundeps.org