Cereales, postres y galletitas dulces, cuyos consumidores habituales son niños, son menos saludable que lo que indican sus envases.

Un estudio de la Fundación Interamericana del Corazón (FIC) reveló que el 87 por ciento de los cereales para desayuno, postres y galletitas dulces, cuyos consumidores habituales son niños, contienen una cantidad excesiva de uno o más nutrientes críticos como sodio, azúcares libres o grasas, lo que indica baja calidad nutricional.

El estudio, realizado en colaboración con la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables (Fundeps) y la Universidad Católica de Santa Fe, analizó la composición y calidad nutricional de 301 productos de consumo masivo, como así también las estrategias de marketing disimuladas en sus envases que llevan al consumidor a tomar decisiones que poco y nada tienen que ver con lo que cree que está comprando.

La investigación reflejó que 4 de cada 10 envases de cereales, postres y galletitas de baja calidad nutricional utilizan mensajes tales como «Fuente de vitaminas y minerales» o «50 por ciento de calcio diario recomendado». Estas frases, incorporadas por la industria de alimentos para que los consumidores identifiquen a los productos como saludables, muchas veces no reflejan su calidad nutricional, según relevó el estudio.

Tres de cada 10 de estos productos altos en sodio, grasas o azúcar utilizan personajes en sus envases, tanto aquellos creados por la marca como los que incluyen deportistas y celebridades.

“Lo que demuestra el estudio es lo que siempre sospechamos, pero que nunca se dice claramente: que las personas compramos cosas para los chicos pensando que son saludables y en realidad son golosinas encubiertas en un marketing fabuloso, cuyos envases marcan cosas que no tienen que ver con la realidad o que, en todo caso, están agregadas como aditivos, como ciertas vitaminas o nutrientes, pero en realidad son montañas de azúcar y productos refinados”, dijo a Página/12 la periodista Soledad Barruti, autora del best seller Malcomidos, en donde repasa los circuitos y engaños de la industria alimenticia.

En ese sentido, la directora del área de políticas de alimentación saludable de FIC Argentina, Lorena Allemandi, calificó de “poco efectiva” la regulación de los envases vigente en nuestro país, lo que no permite una protección adecuada al derecho a la salud, la alimentación saludable y, sobre todo, la información correcta y accesible para los consumidores.

«La normativa vigente del etiquetado habilita a la industria de alimentos a incorporar información que confunde al consumidor y técnicas que buscan atraer a los chicos al consumo de productos no saludables», advirtió Allemandi.

Para Barruti es de “suma urgencia” el tratamiento de una nueva ley de etiquetas, para liberar a los productos de los “engaños que condicionan los procesos de compra y que inducen, sobre todo a los niños, a consumos que no tienen nada que ver con el proceso alimentario, como cuando agregan personajitos, juguetes, mensajes manipuladores o marcas que utilizan pediatras en sus campañas”.

Sin embargo, para avanzar en esa dirección hace falta sortear el “enorme conflicto de interés”, con la poderosa industria de alimentos procesados a la cabeza, que según Barruti, “sobrepasa la capacidad de cualquier legislador bienintencionado que pretenda llevar un planteo de esta naturaleza”.

Fuente: Página 12

Así surge de un estudio realizado por FIC Argentina. Según este trabajo, el 87% de los productos estudiados tiene exceso de al menos un componente crítico, como azúcar, grasas o sodio.

La obesidad avanza a gran velocidad y en Argentina el aumento se está dando en forma alarmante también entre los niños. Nuestro país tiene la segunda tasa más alta de sobrepeso en niños menores de 5 años de la región, con un 10% de niños con exceso de peso. Por eso hay cierta urgencia para adoptar medidas para intentar detener la epidemia de obesidad, que alcanza a gran parte del mundo.

Con estos datos presentes, la Federación Interamericana del Corazón Argentina (FIC) la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables (FUNDEPS) y la Universidad Católica de Santa Fe, realizaron un estudio para analizar el rotulado y las estrategias de marketing de tres grupos de alimentos que son muy consumidos entre los chicos: galletitas dulces, cereales y postres. Entre mayo de 2016 y mayo de 2017 se analizaron 301 productos de esas tres categorías. El trabajo incluyó a todos los productos de estas categorías que se encontraron una sucursal de una cadena de supermercados.

Para evaluarlo, los investigadores tomaron como referencia del perfil de nutrientes propuesto por la Organización Panamericana de la Salud, que analiza la calidad nutricional de los alimentos tomando tres parámetros: niveles de sodio, azúcares libres y grasas –saturadas y trans-. Y concluyeron que el 87% de los cereales de desayuno, los postres y las galletitas dulces contienen una cantidad de excesiva de uno o más nutrientes críticos como sodio, azúcares libres o grasas.

También encontraron que muchos productos ofrecen mensajes confusos: 4 de cada 10 productos presentaban mensajes de nutrición, por ejemplo, “fuente de vitaminas y minerales”, “50% de calcio diario recomendado” o “reducido en calorías”. Estos mensajes son incorporados como un valor positivo del producto, y puede llevar a que los consumidores los identifiquen como saludables.

“Hoy la discusión para por promover un etiquetado frontal, que es el que creemos que se debería impulsar, y que esté formulado de forma tal que lo pueda entender un niño. Que sea información que pueda entender alguien que no sepa de nutrición, que la información no requiera interpretación. Todas las estrategias de prevención de enfermedades crónicas no transmisibles deben tener esta perspectiva”, explicó a Clarín Lorena Allemandi, directora del área de alimentación saludable de la FIC.

El trabajo también evaluó las técnicas de marketing utilizadas para atraer a los niños, más allá de los mensajes de nutrición que contenían. El 32% de los productos utilizaba personajes en sus envases. El 9% contenía regalos. El 6% traía envases coleccionables. Y un 5% contenían juegos.

“Argentina necesita un sistema de etiquetado frontal claro, que se regule este tipo de mensajes cuando el mensaje no cumple con estándares de salud pública y que se regule el publicidad”, añade Allemandi.

Hasta el momento, Argentina ha logrado avanzar con dos leyes, la de reducción de sodio y la eliminación de las grasas trans. “Tenemos una historia en haber logrado cambios con el sodio y las grasas trans a partir de acuerdos que primero hizo con la industria para reducirlos en los alimentos, y luego esos acuerdos avanzaron en sus respectivas leyes. Son pocos los países el mundo que han podido hacer ese recorrido”, explica el doctor Alberto Cormillot, especialista en nutrición. Para el médico, uno de los problemas es que para avanzar en una ley de etiquetado, primero es necesario establecer el corte para cada uno de los componentes críticos. “Debemos definir qué es alto, y eso es algo que también se debe consensuar, como hizo Chile. La política de alimentación de un país tiene que ser tan seria como la política monetaria”, agregó.

“La obesidad en Argentina está creciendo, tanto en adultos como en niños y adolescentes. En adultos, sobrepeso y obesidad, está casi en un 60%. Y en niños Argentina ocupa uno de los lugares más importantes de la región. Estamos hablando de un problema importante”, explica a Clarín el doctor Sebastián Laspiur, consultor en enfermedades no transmisibles de la OPS en Argentina. “Este no es un problema sólo de conciencia individual, la culpa no la tiene el obeso o la familia en forma completa, si no que hay un ambiente obesogénico, que tiende a aumentar la obesidad”, advierte el especialista.

Entre los factores que más inciden en ese ambiente obesogénico, identifica “la publicidad de alimentos ultraprocesados con altas cantidades de sodio, grasas y azúcares, que además tienen bajo poder de saciedad y que en muchos casos son casi adictivos. Estos alimentos están desplazando a los alimentos verdaderos, como carnes, legumbres, frutas y verduras. Todo esto hace que el patrón alimentario haya cambiado en los últimos 20 años, con una fuerte aceleración en estos últimos años”, dice Laspiur.

El consumo en el mercado argentino

Según datos de la consultora Kantar Worldpanel, en el segundo trimestre de este año 12 millones de hogares argentinos consumieron galletitas, con un promedio de 6,11 kilos por hogar en esos tres meses. Las más elegidas fueron las galletitas dulces secas y las crackers. En cuanto a la población que las consume, el 40% de los hogares que compraron galletitas tienen hijos de hasta 12 años.

En cuanto a los postres, en el segundo trimestre fueron comprados por 28% de los hogares, según la misma consultora, con un promedio de 1,22 kilos por hogar.

Fuente: Clarín

El azúcar es el ingrediente de mayor proporción en cereales, galletitas dulces y postres, según indica un reciente análisis realizado en 300 productos. En el marco del Día de la Alimentación, FIC Argentina advierte sobre la necesidad de implementar un sistema de advertencias nutricionales en los envases de alimentos que promueva la adopción de hábitos alimenticios más saludables.

En el marco del Día de la Alimentación, que se celebra el próximo lunes 16 de octubre, FIC Argentina enfatiza sobre la necesidad de avanzar con una regulación del etiquetado de alimentos que garantice el acceso a información clara y precisa para todos los consumidores. La información nutricional en los envases permite conocer cuán saludables o no son los alimentos y así favorece la selección de aquellos con mejor calidad nutricional.

Sin embargo, la normativa vigente que regula esta información en nuestro país no es efectiva para promover la elección de alimentos saludables. Uno de los puntos más complejos es que no obliga a las empresas a declarar el contenido de azúcar de cada producto ni establece topes máximos en su contenido. El azúcar es un nutriente crítico que, consumido en exceso, promueve el desarrollo de la obesidad y otras enfermedades no transmisibles, como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.

FIC Argentina realizó un análisis sobre 301 envases de cereales, galletitas dulces y postres que reflejó que en el 70% (210) de estos productos el azúcar es el ingrediente de mayor proporción de la lista de ingredientes. Estos productos fueron analizados previamente en otra investigación, realizada por FIC Argentina, FUNDEPS y la Universidad Católica de Santa Fe, que buscó conocer las técnicas de marketing utilizadas en los envases. En este sentido, se conoció que los mensajes de nutrición (“Fuente de vitaminas y minerales” o “50% de calcio diario recomendado”) y los personajes animados o famosos, son los recursos más utilizados por las empresas alimenticias.

“Actualmente los consumidores no saben la cantidad de azúcar que contiene un alimento y, en paralelo, reciben información engañosa y confusa que las empresas incorporan para que sus productos sean identificados como saludables aunque no lo sean. Es decir, tanto el derecho a la información como a una alimentación adecuada se ven vulnerados”, señaló Lorena Allemandi, directora del área de políticas de alimentación saludable de FIC Argentina. Y agregó: “Es necesario promover un sistema de advertencias nutricionales, como el implementado en Chile, que alerta a los consumidores sobre el contenido excesivo de nutrientes críticos y, a su vez, les garantiza su derecho a obtener información clara y veraz sobre lo que están consumiendo”.

La evidencia indica que el sistema de advertencias nutricionales es el más efectivo para generar decisiones informadas en los consumidores ya que, a diferencia de otros sistemas, no requiere una interpretación compleja de la información y permite identificar rápidamente cuáles son los productos menos saludables. Este sistema incorpora un sello en el envase que muestra si hay exceso de contenido de azúcar, sodio y/o grasas saturadas y, de esta manera, contribuye a disminuir el consumo de los productos procesados con baja calidad nutricional. “De una forma muy sencilla, este sistema permite que los consumidores identifiquen a los productos que presentan exceso en algún nutriente critico y una de sus ventajas es que no requiere un conocimiento previo sobre información nutricional para su comprensión. Argentina debe avanzar con un sistema de advertencias nutricionales que esté focalizado especialmente en la población más vulnerable ya que son los más afectados por la obesidad y el sobrepeso”, destacó Lorena Allemandi.

La regulación del etiquetado es una de las líneas estratégicas de trabajo que establece el Plan de Acción para la Prevención de la Obesidad en la Niñez y la Adolescencia de la OPS, que busca detener el aumento acelerado de la epidemia de obesidad en América Latina. En este sentido, Argentina presenta cifras preocupantes: el sobrepeso y la obesidad en adolescentes de 13 a 15 años aumentó del 24,5% al 28,6% del 2007 al 2012 según la última Encuesta Mundial de Salud Escolar. A su vez, el sobrepeso es 31% más frecuente entre los chicos de nivel socioeconómico más bajo, según un estudio realizado por FIC Argentina y UNICEF.

Fuente: Cuyo Noticias

En el día de hoy el juzgado que lleva adelante la causa Potrerillo de Larreta contra Provincia, realizó una inspección ocular en el arroyo Los Paredones, en el tramo que se encuentra alambrado por el barrio privado Potrerillo de Larreta. Según manifestantes de Todos por Nuestros Arroyos, no hubo representantes de la Provincia. Con los alegatos presentados, resta poco para la resolución de la cuestión de fondo, que permitirá saber si el arroyo podrá volver a ser de uso de toda la ciudadanía.

Durante la mañana del viernes 23, autoridades judiciales realizaron una inspección ocular en Potrerillo de Larreta. La acción se llevó a cabo por el juicio que el country le inició a la Provincia debido a que ésta removió los alambres que el barrio privado colocó sobre el arroyo Los Paredones.

“Esta era una última instancia antes de resolver la cuestión de fondo”, informaron desde Todos por Nuestros Arroyos, que presenciaron la inspección. Además de la jueza Graciela Vigilanti, hubo abogados del barrio privado y representantes de Fundeps, la Fundación de profesionales cordobesa que asesora al colectivo social en materia jurídica en el caso. Asimismo, no hubo presencia de abogados de la Provincia, que es la parte acusada.

También hubo presencia policial, que según se supo, fue convocada “para evitar cualquier tipo de disturbio”. “En esta instancia se resuelve el fondo, que es alambrado sí o alambrado no. Si hay otras irregularidades que presentar más allá del alambrado, podemos presentar en apelación”, informaron desde el colectivo social. Los integrantes del colectivo social esperaron fuera del barrio privado mientras se hacía la inspección en el interior, donde se encuentra alambrado el espacio público.

Situación judicial

El juicio sobre el que se resolverá la cuestión de fondo fue iniciado por Potrerillo de Larreta después de que la Provincia actuara de oficio y removiera los alambres con los que tenía cercado el paso al espacio público.

Luego de pasar por distintas cámaras y llegar hasta el Tribunal Superior de Justicia de la Provincia, la causa llegó a manos del Juzgado que encabeza Graciela Vigilanti. Allí participa como tercero interesado la Municipalidad quien aportó entre sus alegatos finales pruebas producto de la investigación de Todos por Nuestros Arroyos y la organización social que es representada por Fundeps.

Durante el conflicto político judicial, en distintos momentos se removieron los alambres y se volvieron a colocar producto de medidas cautelares otorgadas a Potrerillo de Larreta. Mientras tanto el Municipio jugó un papel ambiguo, ya que si bien presentó pruebas para la liberación del arroyo, en figura del intendente Facundo Torres nunca se expresó públicamente y hasta participó de “eventos sociales” organizados por el country en pleno conflicto judicial.

Ahora, resta poco para que se resuelva la cuestión de fondo, aunque según trascendidos, la estrategia de una de las partes es “sacar la causa” de Alta Gracia y llevarla a otra jurisdicción.

Fuente: Diario Tortuga

La iniciativa busca salvar las lagunas que dejó la ley antitabaco sancionada en 2011. Esa norma se burla en los quioscos, donde se usan cajas de cigarrillos enmarcadas porque no les permiten usar avisos que puedan verse desde el exterior de los locales.

Un proyecto de ley presentado el miércoles 31 de mayo en la Legislatura cordobesa busca evitar que tabacaleras burlen la ley de promoción de cigarrillos con estrategias habituales, como la de colocar varias y enmarcarlas o distribuirlas en estanterías que las hagan visibles desde fuera de los locales.

La iniciativa,impulsada por la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustantentables (Fundeps), y presentada por el presidente de la Comisión de Salud de la Unicameral, Daniel Passerini, declara la prohibición de exhibir todo producto de tabaco como forma de incentivar su consumo.

El proyecto es breve, porque busca salvar las lagunas que dejó el decreto reglamentario de la ley antitabaco 26.687.

Esa norma, sancionada en 2011, prohíbe la publicidad, promoción y patrocinio de los productos elaborados con tabaco, en forma directa o indirecta, a través de cualquier medio de difusión o comunicación. El decreto reglamentario 602/2013 la complementa al determinar qué acciones quedan comprendidas en la prohibición, como la promoción en vía pública y en espacios de uso público, en la vía aérea, en medios de comunicación gráficos y audiovisuales, en Internet u otros medios digitales.

El artículo 6 de la ley establece las excepciones: permite anuncios en puntos de venta, en publicaciones de empresas del sector o a través de comunicación directa, previo consentimiento y verificación de la mayoría de edad de los posibles receptores.

El decreto contempló las condiciones que debía cumplir la publicidad en punto de venta: no debe medir más de 30 x 30 centímetros, debe ser estática, tener dos dimensiones, no ser luminosa ni verse desde el exterior y tiene que estar acompañada del mensaje sanitario correspondiente.

Lo que en forma flagrante se viola actualmente es la restricción relacionada con la visibilidad desde el exterior y el uso de luz para destacar las cajetillas.

Un relevamiento de Fundeps detectó que siete de cada 10 kioscos en Córdoba utiliza estrategias promocionales de productos de tabacoy, de ellos, nueve de cada 10 lo hacen de forma tal que resulta visible desde el exterior. Asimismo, comprobó que en todos los kioscos relevados hay estanterías para organizar los atados de cigarrillos, de las cuales, el 85 por ciento son visibles desde el exterior del punto de venta.

Proyecto de ley

El primer artículo del proyecto de ley de Passerini define como publicidad o promoción «toda forma de comunicación, recomendación o acción comercial, con el fin, el efecto, o el posible efecto de promover directa o indirectamente un producto de tabaco o el consumo de tabaco. En tanto, describe que la exhibición de tabaco consiste en «toda forma de exposición de productos elaborados con tabaco que permita su visibilidad».

El segundo es el que busca impedir la promoción directa o indirecta de los productos del tabaco.

Fuente: La Voz

Daniel Passerini, el legislador anticipó que hoy, por ser el Día Mundial Sin Tabaco, elevará la propuesta de prohibición completa de publicidad para que adquiera estado parlamentario.

En Argentina, está prohibido que en los lugares de venta de productos del tabaco se coloquen carteles que puedan verse desde el exterior de los locales. Sin embargo, entidades que realizan campañas para evitar el tabaquismo afirman que hoy se burla la ley de distintas maneras.

Un relevamiento realizado en mayo en Córdoba por la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables (Fundeps) mostró que la exhibición de paquetes de cigarrillos (generalmente enmarcados con luces) es la principal estrategia de las compañías para promocionar sus productos. “Si bien el decreto reglamentario de la ley 26.687 establece condiciones respecto de los avisos publicitarios, nada dice sobre la exhibición”, denunció la entidad.

Juan Carballo, director ejecutivo de Fundeps, informó a La Voz que, tras dar cuenta de esta situación al titular de la Comisión de Salud de la unicameral, Daniel Passerini, el legislador anticipó que hoy, por ser el Día Mundial Sin Tabaco, elevará la propuesta de prohibición completa de publicidad para que adquiera estado parlamentario.

Fuente: La Voz del Interior

Según una encuesta en Chacras de la Merced, es el principal problema para los vecinos que viven aguas abajo de la planta. El 80 por ciento considera que funciona mal y el 83 por ciento está intranquilo por la situación ambiental en el sector.

La mayoría de los vecinos que viven aguas abajo de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (Edar) de Bajo Grande considera que el problema más preocupante y de urgente solución es la contaminación que provoca el mal funcionamiento de la planta.

El dato surge de una encuesta realizada a 53 de las 120 familias que viven en barrio Chacras de la Merced, en el extremo este de la ciudad de Córdoba. El relevamiento lo realizó la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables (Fundeps).

Juan Carballo, director ejecutivo de la fundación, explicó que se buscó la opinión de los vecinos de la zona, muy impactada por los volcamientos de Edar.

A esa planta llegan todos los efluentes cloacales que, desde hace años, se arrojan al río Suquía con deficiencias en el tratamiento. En esa zona de la ciudad, es frecuente la presencia de olor fétido y el Suquía se asemeja a una cloaca a cielo abierto. La encuesta fue en diciembre y los datos se terminaron de procesar en marzo.

Del total de las 53 familias encuestadas, 34 (el 64 por ciento) de ellas otorgaron el número uno de prioridad y urgencia a la contaminación provocada por Bajo Grande. Los basurales a cielo abierto ocuparon un segundo lugar, con el 37,7 por ciento de respuestas.

El 83 por ciento de las familias no se sienten tranquilas con la situación ambiental del barrio.

Para la mayoría de los habitantes (el 75 por ciento), la principal preocupación es la contaminación del río que produce Edar.

En tanto, el 45 por ciento de los vecinos considera que la contaminación del aire es una preocupación primordial, mientras que el 26 por ciento considera que es la del suelo, y ponen como causa a la planta de Bajo Grande.

El funcionamiento

Si bien la mayoría de los vecinos (el 59 por ciento) no conoce sobre el trabajo y funcionamiento de la Edar, el 80 por ciento considera que no anda correctamente.

Sobre los efectos directos del mal funcionamiento, el 46,5 por ciento considera que es la contaminación del Suquía y el 42 por ciento cree que son los problemas de salud.

En este punto, el 69 por ciento aseguró haber padecido alguno de los síntomas listados: 28 por ciento diarrea; 49 por ciento fiebre y vómitos; 54 por ciento dolor abdominal; 13,5 por ciento tuvo sangrado en la materia fecal; 43 por ciento debilidad o fatiga; 16 por ciento anemia; 35 por ciento problemas respiratorios; 32 por ciento erupciones cutáneas; y 40 por ciento infecciones en la piel.

El 77 por ciento fue visto por un médico tras los síntomas y el 78 por ciento recibió un diagnóstico de lo sucedido, que en su mayoría estuvo relacionado a gastroenteritis o alergia.

“Es clave mencionar la imposibilidad de probar la causalidad de la contaminación generada por la planta y la sintomatología que presentan gran parte de los vecinos del barrio. Empero es necesario estar atentos al estado generalizado de salud del barrio, el cual incluye un gran porcentaje de problemas gastrointestinales”, advierte el estudio.

Finalmente, la encuesta detectó falta de conocimiento sobre la ampliación de Edar, aunque cree que mejorará la situación. Y consideran que debe haber instancias de control ciudadano.

Qué es Edar. Los primeros informes sobre la falta de tratamiento de los líquidos cloacales en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (Edar) de Bajo Grande se remontan a 1998. Las conexiones residenciales a la red cloacal sumaban 165 mil y la planta de tratamiento de líquidos cloacales ya estaba sobrepasada en su capacidad. La Edar, inaugurada en 1987, había sido planificada para 77 mil conexiones. En 2011, se habilitó una ampliación de la planta, pero sigue contaminando.

Fuente: La Voz del Interior

Seductor, rico y placentero, el azúcar es un ingrediente omnipresente en la dieta argentina. Ante el alarmante crecimiento de la obesidad, bajar su consumo depende de una enredada dialéctica entre la industria, la ciencia, el gobierno y la sociedad civil cuya respuesta se hace esperar

Al sol del ímpetu creativo de los año 1990, el cine retrató la gesta histórica legal contra la Brown & Williamson Company en El Infiltrado, película protagonizada por Russell Crowe y Al Pacino. El argumento partía de la decisión de la empresa de añadir a los cigarrillos «cumarina», una sustancia moderadamente tóxica para el hígado y los riñones que incrementa la adicción del consumidor a los cigarrillos. Fuente de energía de fácil y rápida asimilación, disacárido formado por una molécula de glucosa y una de fructosa, extraído principalmente de la caña de azúcar y de la remolacha, seductora y omnipresente, la sacarosa es el más popular comodín de sabor y representa, además, el símbolo de la nueva cruzada por la salud pública. Tal como el secreto celosamente oculto de la cumarina, la composición química del azúcar, agregada en alimentos y bebidas, es el centro del debate actual sobre alimentación y enfermedades. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 60% de los argentinos tiene sobrepeso y la obesidad en Argentina aumentó, entre 2005 y 2013, un 42,5%. Por si fuera poco, según la Encuesta Mundial de Salud Escolar nacional de 2012, en un lapso de cinco años, en el grupo de adolescentes de 13 a 15 años, el sobrepeso aumentó del 24,5% al 28,6% y la obesidad pasó del 4,4% al 5,9%. «La alimentación del lactante con alimentos hipercalóricos con altos contenidos de grasa, azúcar y sal es uno de los principales factores que propician la obesidad infantil. (…) Deben evitarse alimentos complementarios ricos en grasas, azúcar y sal», cita la Comisión para Acabar con la Obesidad Infantil de la OMS en su página web.

La dieta

Las cifras reflejan que en la dieta argentina hay gran déficit de verduras y frutas, de acuerdo a la licenciada en Nutrición Pilar Llanos, quien forma parte de la Comisión Directiva de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN). En simultáneo, explica Llanos, hay excesiva presencia de productos que aportan alta densidad calórica, tales como harinas (sin fibras), galletitas dulces y saladas, masas pre-listas y pastas y panificados blancos. La presencia de carnes como aves, pescados y carnes rojas en muchas mesas, continúa Llano, «es sustituida por productos industrializados, prelistos, de fácil y rápido consumo y del agrado de los niños con la compañía de las calorías vacías que aportan las gaseosas». Argentina es el primer consumidor mundial de bebidas gaseosas con 137 litros per cápita por año, según Euromonitor 2014, líder mundial en investigación de mercado. «Está probado cómo la industria alimenticia está promoviendo el consumo amplio de bienes cuyo consumo regular a lo largo del tiempo genera impactos negativos en la salud -plantea Juan Carballo, abogado y director Ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables (Fundeps), con sede en la ciudad de Córdoba-. En Argentina, en particular, la información en los envases de los alimentos es baja, nadie lee en detalle la etiqueta y las publicidades son simplemente persuasivas.»

Desacuerdos

Ante un problema evidente, la dialéctica de la discusión es compleja. La industria, la sociedad civil, el Estado y la comunidad científica –que a primera vista comparten la verdad de Perogrullo de que una dieta protagonizada por el azúcar, las grasas saturadas y el sodio es mala para la salud pública– no están tan de acuerdo sobre qué hacer al respecto. Las opciones son varias: gravar un impuestazo al azúcar como Inglaterra en 2016, hacer un acuerdo internacional como el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco de 2003, garantizar la libre empresa, sancionar una estricta norma sobre el etiquetado de alimentos como la ley chilena 20.606, entre muchas otras. Durante la Mesa Redonda sobre la Implementación del Plan de Acción para la prevención de la Obesidad en la Niñez y Adolescencia, de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), celebrada en Washington en mayo de 2016, organizaciones civiles de toda América discutieron sobre barreras y oportunidades en el cuidado de la salud pública. En la reunión, Carballo planteó que había insuficiencia de normas voluntarias y autorregulación de parte de la industria sobre la publicidad y la comercialización de alimentos dirigidos a niños.

La investigación

La omnipresencia de los ingredientes azucarados en la dieta de los argentinos es una realidad rica, natural y placentera difícil de discutir. Son percepciones que atraviesan a todos los grupos sociales, edades y sexos. Su inocuidad, largamente descartada, es objeto de estudio de instituciones y asociaciones científicas encargadas de desempatar posturas sobre cuánto tiene que ver el azúcar en Enfermedades No Transmisibles (ENT) que causan morbimortalidad. Las cosas, a priori, no son tan claras. Documentos internos de la industria azucarera publicados en 2016 en la revista Jama Internal Medicine por Stanton Glantz, investigador en la Universidad de California en San Francisco, sugieren que durante cinco décadas abundanor los estudios que minimizaban el vínculo entre el azúcar y el corazón y difamaban a las grasas saturadas. La ciencia, condicionada por la industria, encubrió a un villano acusando a otro malhechor. «La industria opera a través del financiamiento a equipos de investigación reales, algunos confiables, pero también con ‘organizaciones fachada’ -agrega Carballo-, que tienen una cáscara institucional que es aparentemente respetable pero que sólo tienen financiamiento del sector de la industria alimenticia. Su objetivo es poner en duda conclusiones probadas o condicionar las políticas públicas».

El caso Coca-Cola

A pesar de que el tráfico de influencias develado en los documentos data de casi 50 años atrás, informes más recientes muestran que la industria continúa ejerciendo su influencia en la ciencia de la nutrición. El 4 de enero, la ONG The Praxis Project y el Centro para la Ciencia en el Interés Público, de Estados Unidos, demandaron judicialmente a Coca Cola por engañar al público derribando las investigaciones que vinculan las bebidas azucaradas con la obesidad, la diabetes tipo 2 y similares. «Coca Cola tiene una larga historia de apoyo y relacionamiento fructífero con organizaciones de investigación y sin fines de lucro en los países en donde está presente -afirma Francisco Do Pico, Director de Asuntos Públicos y Comunicaciones de Coca-Cola para Argentina-. Estas colaboraciones siempre se dan en un contexto transparente y en ningún caso tienen condicionantes tendientes a favorecer temas de interés propio de la Compañía». La compañía ofrece información actualizada en su sitio www.transparency.coca-colacompany.com sobre las sumas de dinero que destina a actividades de investigación. Sin embargo, dentro de su política de transparencia, aún no fueron difundidas, explícitamente, todas las instituciones académicas a las que Coca-Cola destina fondos.

Intereses cruzados

La alimentación, por caso, está íntimamente ligada a la producción de alimentos, de parte de la industria; y a la regulación de la comercialización de productos sanos en el mercado, de parte del Estado. En el medio de ambos actores están los hechos obtenidos a partir de investigaciones científicas. Pese a todo, las zonas grises aparecen por doquier. La periodista y autora del libro Malcomidos, Soledad Barruti, publicó el año pasado un artículo denunciando que la International Life Sciences Institute (ILSI) era en realidad una ONG financiada por corporaciones de la industria alimentaria que realizaba estudios de campo en escuelas públicas porteñas, con aval y fondos del programa estatal de la ciudad «Mi Escuela Saludable», para indagar los hábitos infantiles con relación a la comida. «Para mí es fundamental que empecemos a preguntar quién financió una investigación. ¿Quién patrocina a las sociedades de nutrición y pediatría de Argentina? ¿Por qué yo veo sellos de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) en los paquetes de sal si se supone que tenemos que consumir menos sal, que está fortificada con hierro? Me parece que basta con decir quién pagó el estudio y en qué paradigma de la nutrición está inserto».

El caso Cormillot

A pocas horas de difundir la nueva lista de Precios Cuidados, en agosto de 2016, el Gobierno nacional volvió sobre sus pasos y retiró del programa los cuatro productos marca «Cormillot» que ingresaron luego de que el doctor Alberto Cormillot asumiera como funcionario del Ministerio de Salud y asesorara en la elaboración de la política oficial de precios regulados. Los alimentos Dulcor con licencia Cormillot generaron un estado de sospecha sobre un posible conflicto de interés en el que el televisado profesional sería, al mismo tiempo, parte y contraparte. «No puede haber un funcionario que tenga vínculos directos con una empresa de alimentación que lleve su nombre -dice Barruti- o venda productos alimentarios, dietas o servicios alrededor de su nombre.»

El triunfo de la sacarosa

La carrera de Ciencia y Tecnología de los Alimentos perteneciente al Departamento de Desarrollo Productivo y Tecnológico de UNLa (Universidad de Lanús) hizo en noviembre de 2016 una encuesta de preferencias de consumo de alimentos con azúcar en Argentina. El trabajo reveló que el 92% de los argentinos que incorpora alimentos dulces diariamente a su alimentación lo hace porque es rico y el 82% de ellos porque es placentero. «Es tema de Educación Alimentaria concientizar a las instituciones para que no incluyan alimentos como golosinas y snacks en la alimentación de los escolares», resume la licenciada Llanos, de la SAN-. Tal vez un primer paso sería tomar cartas en espacios en los que, como las escuelas, el Estado tiene un rol fuerte. Los quioscos escolares podrían ser la semilla de un perfil alimenticio distinto asociado al proceso educativo. Un lugar en el que el sector privado, sin ser mala palabra, pueda participar junto con la sociedad civil. La naturalidad de la presencia de la sacarosa en la dieta argentina, como triunfo del placer frente a la antítesis de la buena salud, hace que el consumo de bebidas y alimentos azucarados sea parte del statu quo del menú diario. Una idea prevalece: cada cual es responsable de sí mismo sin perjuicio del Estado, la sociedad civil y la ciencia -es decir, conceptos similares a los que deslizan las tabacaleras sobre los fumadores-. Éticas varias resultado de un proceso de purificación química cuyo éxito depende del porcentaje de sacarosa que contienen sus cristales.

La posición de la industria

Grupos de empresas representadas por la Alianza Latinoamericana de Asociaciones de Alimentos y Bebidas (Alaiab), reunidas en Washington D.C. en 2015, manifestaron su desacuerdo con «aquellos planteamientos que buscan encasillar al sector privado como un actor (…) incompatible con el desarrollo de propuestas en materia de política pública relacionada con la salud (…). Alaiab considera que los denominados ‘conflictos de interés’ no deben retrasar el diálogo proactivo». «Está claro que las cámaras y empresas de Copal -explica Daniel Funes de Rioja, presidente de la asociación- han bregado por la calidad de los alimentos que producimos. Nosotros y los ministerios de Salud y Agroindustria celebramos, recientemente, un acuerdo para promover hábitos de vida saludables y proveer de información adecuada a la sociedad a través de los etiquetados y la publicidad.» La reunión, a la que no fue invitada ninguna organización de la sociedad civil, fue un paso de coordinación entre el Estado y las empresas. En el plano legal y parlamentario, queda pendiente el debate de leyes profundas vinculadas al marketing y etiquetado, dos temas sensibles para la industria. Rumores de que podría debatirse en Argentina una ley que establezca el etiquetado frontal de los envases con grandes sellos negros fácilmente visibles que alertan sobre alimentos altos en azúcares, sodio, grasas saturadas y calorías (tal como lo hace la legislación chilena) despiertan críticas. «Creemos que esa es una ley absolutamente equivocada -agrega Funes de Rioja-, ya que no sólo tiene distorsiones desde el punto de vista técnico, sino también desde el punto de vista práctico. Nuestro país, a diferencia de Chile, es un exportador mundial de alimentos. Muchas veces se crean normas técnicas sin base científica-sanitaria que implican barreras comerciales.» Las empresas reunidas en Copal afirman hacer investigaciones para documentarse sobre los ingredientes y los efectos que pueden tener ciertos alimentos. «Todo esto se hace con suma solvencia científica -explica Fines de Rioja-. Lo hacen cámaras o empresas con entidades como la Sociedad Argentina de Nutrición, por ejemplo, y otras instituciones de tipo académicas con las que trabajamos.»

Fuente: La Voz Del Interior

Presentó hoy el documento en Tribunales I. Diversas organizaciones se expidieron sobre el tema en la semana.

 

Ayer, el CeProDH acompañado por estudiantes de derecho y la legisladora del PTS-FIT, Laura Vilches, presentaron el documento en la causa «Portal de Belén c. Superior Gobierno de la provincia de Córdoba», que mantiene frenada la aplicación del protocolo no punible en Córdoba desde hace 4 años. Esto sucede a pesar de la adhesión de la provincia y la resolución favorable de la Corte Suprema de Justicia de la Nación al mismo (fallo F.A.L).

La presentación efectuada, además, lleva la firma de la diputada nacional por el PTS-FIT Myriam Bregman. Los argumentos que presentó el Ce.Pro.D.H apuntan a que se aplique de manera inmediata el protocolo de aborto no punible en los hospitales públicos de la provincia de Córdoba. Señalan que ilegalmente el mismo no se está aplicando, cuando si bien existe un fallo de la Cámara III que le hizo lugar al planteo del Portal de Belén, ese fallo está recurrido en casación hace más de dos años. Por ello, legalmente deberían encontrarse suspendidos los efectos hasta tanto no resuelva el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) y por ende el protocolo debe aplicarse.

En tal sentido, Leticia Celli, abogada del Ce.Pro.D.H., quien fuera abogada del resonante caso de Elizabet Díaz en la provincia explicó que “planteamos los argumentos para que no se le haga lugar al planteo del Portal de Belén, pues se están violando derechos humanos fundamentales de las mujeres, como lo han expuesto incluso organismos internacionales, además, exigimos que urgentemente la provincia cese con la violación de las leyes, pues le están adjudicando efectos al fallo que no tiene -porque se encuentra recurrido- para no aplicar el protocolo en los hospitales, mientras cientos de mujeres siguen muriendo por las consecuencias de abortos clandestinos o debiendo asumir un embarazo no deseado.

Entendemos que es imprescindible que una mujer violada o con riesgo en su salud pueda acudir a un hospital público a hacerse un aborto. La única forma de terminar con el maltrato de las mujeres por parte de las instituciones del Estado es que el aborto sea legal, seguro y gratuito». El Frente de Izquierda (PTS), a través de la legisladora Laura Vilches ha solicitado en numerosas oportunidades una respuesta clara sobre la suspensión de la aplicación del protocolo de aborto no punible.

El Ministerio de Salud, a cargo de Fortuna, no respondió con suficiencia, lo que llevó a un intenso debate en el recinto de la Unicameral en el mes de abril cuando la suspensión de la guía cumplió 4 años. Vilches, luego de la presentación, declaró a los medios “que es inaceptable que la provincia se haga la desentendida con su actuar ilegal, mientras instituciones retrógradas utilizan embrollos judiciales para negarle derechos elementales a las mujeres. Esta pelea es parte de la exigencia que junto a mi compañera, la diputada Myriam Bregman venimos haciendo por la libertad de Belén -una joven tucumana condenada a 8 años de cárcel en una causa armada, para disciplinarnos a todas, por un aborto espontáneo-, a la par que seguimos reclamando que se legalice el derecho al aborto para evitar la clandestinidad que atenta contra la vida, la salud y la libertad de las mujeres”. Luego agregó que “estas demandas, serán parte de la lucha contra la violencia machista que llevaremos otra vez a las calles el próximo 3 de Junio bajo el grito de #NiUnaMenos».

Amplia concurrencia en defensa del aborto no punible El pasado jueves organizaciones de la sociedad civil y personas expertas brindaron en conferencia de prensa testimonio de las presentaciones judiciales (realizadas bajo la figura de Amicus Curiae) ante el Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de Córdoba. Cabe remarcar que la presentación del Amicus Curiae también ha recibido el apoyo de organizaciones y personalidades a nivel nacional e internacional. Durante el transcurso del intercambio, estuvieron presentes, el Decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba, Diego Tatián; referentes de los Colegios de Profesionales de Servicio Social (María Angélica Paviolo) y del Colegio de Psicólogos (Héctor Valenzuela); Oscar Atienza, médico y docente de la Facultad de Medicina de la UNC; Cecilia Merchán de La Colectiva; Mayca Balaguer por FUNDEPS; el Cuerpo de Abogadas Feministas (CAF); la Asociación Pensamiento Penal; Rafael Ortiz, Asesor letrado penal del Poder Judicial de la Provincia de Córdoba; representantes de los profesionales de la salud comprometidos con esta causa, Ana Morillo y Mariela Lario; la Fundación ECOS; Luciana Echevarría, MST – Juntas y a la izquierda; representantes de la Red PAR Córdoba y el Centro Mozé. También, los legisladores Liliana Montero y Martín Fresneda. En el caso de Filosofía y Humanidades, el proyecto fue impulsado y presentado por Tesis XI (PTS e independientes) en el consejo directivo de la facultad donde fue aprobado por unanimidad.

En el marco de la conferencia, se destacó la importancia del trabajo coordinado que han supuesto estas presentaciones y la mirada diversa que aportan sobre la temática los diferentes espacios y sectores. Asimismo, se intercambiaron perspectivas acerca de posibles estrategias para la remoción de las trabas que impiden el acceso de las mujeres al ejercicio pleno de sus derechos sexuales y reproductivos. A su vez, la organización Católicas por el Derecho a Decidir Argentina comentó algunos resultados del monitoreo social efectuado en centros de salud de la Provincia, que dan cuenta de la heterogeneidad existente en el acceso a la información y el desconocimiento en términos de los marcos normativos en torno al aborto, tanto de profesionales de la salud como de usuarias de los servicios.

Fuente: La Izquierda Diario

Los manifestantes advirtieron que los cambios propuestos responden “a intereses económicos por sobre la preservación del medio ambiente”.

Integrantes de diversas organizaciones ambientalistas, sociales, científicas y políticas realizaron ayer una masiva movilización por las calles de nuestra ciudad para plantear su rechazo al proyecto del oficialismo que impulsa modificaciones en la Ley de Ordenamiento Territorial de Bosque Nativo. Como se sabe, el tratamiento legislativo de la iniciativa de la coalición de Unión por Córdoba fue postergado para febrero de 2017 con el objetivo de buscar mayores consensos. La marcha de la víspera se inició en la intersección de Cañada y Colón y luego se dirigió a la Plazoleta del Fundador, en cercanías de la Legislatura, donde se concretó un festival musical “Por la vida y en defensa del monte nativo”.

Uno de los artistas que encabezó dicha actividad fue el actor José Luis Serrano, creador del personaje Doña Jovita, quien desde hace algunas semanas se puso al frente de los cuestionamientos al proyecto. En tanto, la Coordinadora en Defensa del Bosque Nativo denunció que los cambios promovidos por la Provincia responden “a intereses económicos por sobre la preservación del medio ambiente”. Además, alertó que “actualmente sólo queda el 3 por ciento del bosque nativo, lo cual pone en riesgo la vida de las personas que se ven afectadas por inundaciones provocadas por las alteraciones que el desmonte provoca”. Por su parte, la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables (Fundeps) elaboró un documento con objeciones al proyecto de ley de Bosque Nativo, al entender que no se adapta “normativamente a los presupuestos mínimos de protección ambiental consagrados en nuestra Constitución Nacional y en las leyes ambientales que se refieren a esta materia, tanto en aspectos procedimentales como substantivos”.

Desde Fundeps criticaron que en la propuesta oficialista:

…no se garantiza la conservación del bosque nativo existente en la provincia acorde al mapa de la ley 9.814; no se tienen en cuenta fundamentos técnicos y científicos; no se observan parámetros mínimos legales, lo que debilita los mecanismos de protección del bosque nativo; y no se asegura un real y efectivo acceso al derecho a la participación ciudadana en el proceso de actualización del Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos.

Asimismo, se indicó que:

…la definición restrictiva de bosques nativos dada por el proyecto excluye a fachinales, arbustales y matorrales; se permite la actividad minera, el desmonte químico y a través del uso de fuego, y el rolado, en categorías de alta conservación de bosques; y no se incorpora la totalidad de las capas de infracciones en el mapa de OTBN.

 

Fuente: Hoy Día Córdoba

En la última década se avanzó a paso firme en la regulación e implementación de políticas públicas sobre género y comunicación. Sin embargo, en el último año lejos de continuar avanzando estas medidas se encuentran en un grave estado de incertidumbre, con claros debilitamientos.

El pasado 31 de octubre se celebró en Ginebra la 65ª sesión del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW), un espacio en el que Argentina debe rendir cuentas del cumplimiento de sus obligaciones bajo la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación hacia la Mujer.

Desde el informe sombra presentado por la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables (FUNDEPS) y la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad se expusieron las acciones implementadas para luchar en contra de la violencia hacia las mujeres en los medios, a partir de la obligación que asumió Argentina de modificar los patrones socioculturales que perpetúan la discriminación a las mujeres.

Tras un largo andar, a partir del año 2009, entró en vigencia un nuevo marco normativo que protege a las mujeres de las violencias mediática y simbólica en los medios de comunicación. A ello, se sumaron las políticas públicas generadas desde la Defensoría del Público y la AFSCA, entre otros espacios, para combatir estas formas de desigualdad. Esto significó un claro avance, en la función del Estado de garantizar los derechos, aunque aún era perfectible tanto en la norma como en la implementación.

Sin embargo, en diciembre del 2015, como una de las primeras medidas del gobierno nacional en gestión, se modificó mediante decretos del Poder Ejecutivo la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA) y su autoridad de aplicación, pilares del marco normativo en comunicación y género. Aún más, las perspectivas que dan los 17 Principios para una Comunicación Convergente anunciados por el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM y ex AFSCA) con vistas a la redacción de un nuevo proyecto que regule las comunicaciones y el Plan Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres 2017-2019, son poco esperanzadoras.

A ello, se suma la incertidumbre que existe sobre la continuidad de la Defensoría del Público, órgano creado para la protección de las audiencias por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y recientemente reconocido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ya que no se prevé otro similar en las proyecciones de la nueva legislación anunciada. Además, el período de la actual defensora Cynthia Ottaviano concluyó el 14 de noviembre y no ha sido anuncia su renovación o nueva designación alguna.

Para alcanzar una sociedad más justa y equitativa, es fundamental lograr que los contenidos y la programación de los medios dejen de fomentar la cultura de la discriminación y la violencia.

* Coordinadora del Área de Derechos Humanos-Eje de Género y Diversidad Sexual de la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables (FUNDEPS).

 

Fuente: «Retroceso en políticas de género», Página 12