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Discusiones sobre las implicancias del creciente rol de China en el financiamiento del desarrollo en Latinoamérica en general y de Argentina en particular.

De acuerdo a datos recientemente publicados por el Inter-American Dialogue, China sigue ampliando su rol como financiador de grandes proyectos en la región. Durante el 2015, el financiamiento chino a Latinoamérica fue mayor que el del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo sumados. El financiamiento chino sigue teniendo un fuerte foco en el sector extractivo y de infraestructura; desde 2005 China ha financiado proyectos de infraestructura por 40,3 mil millones de dólares y 70,2 mil millones en el sector energético.

En este contexto, Juan Carballo, Director Ejecutivo de FUNDEPS, participó de la mesa de diálogo que se realizó a fines de enero en Washington DC organizado por el Inter-American Dialogue. En este encuentro, representantes del sector público, privado y de la sociedad civil discutieron sobre las implicancias de esta creciente relevancia de China en la región en cuanto a los estándares sociales y ambientales de este financiamiento.

Desde FUNDEPS, se continuará monitoreando el perfil del financiamiento proveniente de fuentes chinas, los estándares socio-ambientales de estos proyectos y el respeto a la normativa de participación, acceso a la información y protección ambiental.

 

Más información:

Contacto:

Gonzalo Roza – Coordinador del Área de Gobernabilidad Global
gon.roza@fundeps.org

Resultaba previsible la caída definitiva del financiamiento por parte del Banco de Desarrollo de Brasil (BNDES), para la construcción de los cinco gasoductos que atravesarían la provincia. El nuevo panorama incluye la posibilidad de financiamiento chino el cuál se caracteriza, al igual que el del BNDES, por la falta de transparencia y regulaciones socioambientales.

El anhelado “Proyecto de Gasificación de Localidades del Interior de la Provincia de Córdoba”, impulsado en 2008 bajo la gestión de Juan Schiaretti encontró finalmente un desenlace abrupto pero previsible. El financiamiento de 257 millones de dólares, que iba a significar la posibilidad de acceso al gas natural a más de 80 localidades cordobesas, ya había sido aprobado por el BNDES. Sin embargo, debido a mala relación existente entre el gobierno provincial y el nacional, se cayó de manera definitiva en las últimas horas. Como era de prever, la entidad bancaria le comunicó a las autoridades del gobierno de Córdoba que los plazos para llevar a cabo el desembolso de los fondos se habían vencido, dando por finalizado el mismo.

El retraso en la firma del aval al financiamiento por parte del Ministerio de Economía de la Nación, así como también los recientes casos de corrupción en Brasil que salpicaron el proyecto (ver aquí), constituyeron una serie de trabas y contratiempos que dilataron los procesos burocráticos y el posterior incumplimiento de los plazos.

A pesar de ello, y dado el carácter estratégico que reviste una obra de tal magnitud para la provincia, resulta probable que en un futuro cercano, las autoridades busquen financiamiento internacional proveniente de otros actores. Incluso ya se ha comenzado a mencionar la posibilidad de financiamiento chino para la realización de la obra. Este caso en particular esta contextualizado por una tendencia general a nivel nacional, de una fuerte disminución de financiamientos provenientes del BNDES en desmedro de aquél proveniente de los bancos chinos (ver aquí). Justamente la presencia china en la región a través de inversiones en infraestructura y otros rubros, se encuentra en crecimiento siendo una de sus prioridades dentro de su política exterior (ver aquí). En este marco, no resultaría extraño que los fondos para la ejecución de la obra terminen proviniendo finalmente de la República Popular de China. Más aún, si tenemos presente las buenas relaciones entre ambos gobiernos y los recientes acuerdos celebrados entre nuestro país y el gigante asiático.

Más allá de cuál sea el origen final del financiamiento, resulta importante que la sociedad civil cordobesa se asegure que el proyecto se diseñe e implemente teniendo en cuenta los correspondientes estándares de transparencia, participación y protección de los derechos humanos y el ambiente. Requisitos y estándares que, por lo general, resultan difíciles e incluso imposibles de hallar en el accionar tanto del BNDES como de los propios bancos chinos (ver aquí).

 

Más información:

“Se cayó de manera definitiva el proyecto de los gasoductos”, La Voz del Interior – 10-03-2015.

“La Argentina nao-tem financiamiento: se derrumbo el crédito del Bndes al país”, Perfil.com – 07-03-2015.

“Financiamiento del Proyecto de gasoductos troncales de Córdoba bajo sospecha de estar vinculado a caso de corrupción”, FUNDEPS – 26-12-2014

“China y su creciente rol en el financiamiento para el desarrollo en Latinoamérica”, FUNDEPS – 17-09-2014

“Un año clave para la transparencia en el BNDES”, FUNDEPS – 06-02-2014

 

Contacto:

– Gonzalo Roza, Coordinador del Área de Gobernabilidad Global

gon.roza@fundeps.org

En los últimos años China ha incrementado sustancialmente el monto de inversiones y financiamiento para el desarrollo en la gran mayoría de los países latinoamericanos. Existe una preocupación en organizaciones de la sociedad civil por los estándares ambientales y de derechos humanos.

La reciente gira latinoamericana del presidente de la República Popular China Xi Jinping por los países de Brasil, Argentina, Cuba y Venezuela y los correspondientes acuerdos tanto bilaterales como multilaterales firmados por el mandatario, no hicieron más que reforzar una tendencia que se ha venido profundizando poco a poco en el transcurso de los últimos años: la creciente presencia de China en la región, traducida en un incremento sustancial en el monto de inversiones y financiamiento para el desarrollo en la gran mayoría de los países latinoamericanos. Las visitas oficiales que, durante 2013, realizó el presidente chino a México y diferentes países centroamericanos y del Caribe, y las visitas oficiales del anterior primer ministro chino Wen Jiabao a Brasil, Argentina, Uruguay y Chile en 2012 que derivaron en la creación del Fondo de Cooperación China – América Latina, son ejemplos concretos de ello.

Si se analizan los principales acuerdos firmados durante esta gira presidencial, se podrá apreciar fácilmente que el sector de infraestructura es el destino preponderante de las inversiones chinas, sobre todo en materia de transporte y energía. Así, por ejemplo, los acuerdos firmados en Argentina implicarían la inversión de más de 4.800 millones de dólares para la recuperación de ferrocarriles (ex Belgrano Cargas), el financiamiento de represas hidroeléctricas, y diversos acuerdos en materia de energía nuclear, infraestructura, agricultura e industria naval, entre otros (listado de acuerdos suscriptos). En el caso de Venezuela los acuerdos involucraron financiamiento de proyectos sociales y de infraestructura y un convenio con PDVSA para investigación de minerales, mientras que en Brasil, el mandatario chino asistió a la VI Cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en donde se estableció  la creación de un Fondo de Reservas y del Banco de Desarrollo de los BRICS (denominado Nuevo Banco de Desarrollo), que tiene como finalidad movilizar recursos para proyectos de infraestructura y el desarrollo sostenible en economías emergentes y en desarrollo; y se plantea como una “alternativa” al Banco Mundial y el FMI.

Si se observan los números totales, desde 2005 en adelante China ha dado créditos a la región superando los 100 billones de dólares, en un relación que muchos han definido como “mutuamente beneficiosa”, ya que por su parte China obtiene los recursos y materias primas que demanda su economía en pleno crecimiento (básicamente alimentos y recursos energéticos), mientras que los países latinoamericanos acceden a un importante y necesitada fuente de financiamiento externo.

Sin embargo, lo que no se está teniendo en cuenta en ese análisis y está siendo en gran medida soslayado por los diferentes actores tanto públicos como privados de los países latinoamericanos, son los riesgos en materia socioambiental y de Derechos Humanos que pueden traer aparejados los proyectos e iniciativas financiadas por esta vía. Los cuales, por lo general, cuentan con requisitos y estándares socioambientales más flexibles que los de las fuentes tradicionales de financiamiento, como el Banco Mundial o el BID, por ejemplo. Los cuales, de por sí, continúan siendo fuertemente cuestionados desde la sociedad civil por su incapacidad de abordar efectivamente la protección del Medio Ambiente y los Derechos Humanos de las poblaciones involucradas.

A su vez, resulta muy difícil poder acceder a información certera y fidedigna acerca de las inversiones chinas (montos, condiciones, características del financiamiento, actores involucrados, etc.) tanto en la región en general como en Argentina en particular, ya que no existen actualmente una gran cantidad de actores (ya sea de la sociedad civil, como de la academia, del sector privado o incluso la esfera pública) que se dediquen a hacer un seguimiento y monitoreo pormenorizado de este tipo de financiamiento y, más importante aún, de sus impactos e implicancias en cada uno de los países.

En un escenario con estas características, donde por un lado el monto de las inversiones y créditos se incrementan exponencialmente y por el otro, la información es escasa y ambigua, algunos actores de la sociedad civil han comenzado a involucrarse en el tema procurando realizar actividades de investigación y seguimiento, e incluso elaborando herramientas que permitan una  mayor comprensión de las características y particularidades de las inversiones chinas en la región.

Recientemente, por caso, el Centro de Derechos Económicos y Sociales (CDES) de Ecuador presentó el “Manual legal sobre regulaciones ambientales y sociales chinas para los préstamos e inversión en el exterior”, una herramienta teórico-práctica destinada a servir como guía para las comunidades locales y difundir parámetros en relación a derechos y sostenibilidad frente a las inversiones y créditos chinos. El documento, elaborado por Paulina Garzón, representa un gran avance para las comunidades y demás sectores de la sociedad civil involucrados y contribuye sustancialmente para una mejor comprensión de una temática de creciente relevancia para nuestra región.

Por su parte, y teniendo en cuenta esta creciente necesidad, FUNDEPS ha iniciado recientemente un trabajo de monitoreo y seguimiento de esta agenda en el marco del trabajo de investigación e incidencia que lleva adelante sobre los diferentes actores regionales del financiamiento para el desarrollo.

Más información:

CDES – Manual legal sobre regulaciones ambientales y sociales chinas para los préstamos e inversión en el exterior

Contacto:

Gonzalo Roza – Coordinador del Área de Gobernabilidad Global

gon.roza@fundeps.org